El domingo 23 de mayo estuvo cargado de buenas noticias para el running de Perú. En una Costa Verde desierta por la inmovilización obligatoria, se estrenó un nuevo circuito internacional de maratón y el Perú ganó una representante más para las Olimpiadas de Tokio 2021, la atleta Jovana de la Cruz. Aunque ahora Jovana está feliz y se prepara para este certamen internacional, ha sido muy difícil el camino y muchas veces dio por perdido su sueño de clasificar a Tokio.
Jovana vive en Huancayo pero es de Huancavelica. La sierra y sus alturas ha sido clave para convertirse en una atleta de élite. Al verla, nos pareció que ella es una atleta que siempre sonríe, lo confirmamos cuando la entrevistamos, tiene una actitud positiva y un carácter sencillo y agradable. Nos parece que es de estatura mayor que el promedio de atletas peruanas, podríamos decir que hasta más corpulenta que otras corredoras como Ines Melchor o Gladys Tejeda u otras corredoras que hemos conocido.
Para una deportista de élite, llegar a unas Olimpiadas es uno de sus mayores sueños. Llegar a dos, te consolida no solo como una gran deportista, sino como un símbolo del deporte, en este caso del atletismo peruano. Jovana compitió en Rio 2016 y se propuso mejorar su marca para las siguientes olimpiadas. Sin embargo, para Tokio el panorama se complicó, varias lesiones le impidieron entrenar y competir en eventos importantes como los Panamericanos de Lima 2019.
Cuando se habla de lesiones en los deportistas lo que se nos viene a la mente son dolores físicos, pero Jovana nos recuerda que emocionalmente también es muy difícil. Pasó un tiempo en el que no quería entrenar, se desanimaba. Su couch Jessica Galdós la ayudó, además leía libros de autoayuda para motivarse. En esos momentos difíciles se decía “Los tiempos de Dios son perfectos, yo sé que van a venir mejores cosas”. Luego, lo confirmó.
El reto y alegría del embarazo
Corría el año 2019 cuando Jovana estaba mejorando de las lesiones y se enteró de su segundo embarazo. La felicidad de volver a ser madre venía acompañada de tristeza pues debía hacer una pausa obligatoria en su entrenamiento. El escenario ya era poco alentador y al iniciar el 2020 llegó la pandemia y las restricciones para entrenar. El camino para luchar por un cupo a Tokio se alejaba.
La pandemia obligó a aplazar las Olimpiadas de Tokio y fue una alegría para ella en medio de la pandemia. Jovana vio su oportunidad y comenzó a entrenar más fuerte, fue en este tiempo que ella descubrió que el atletismo era lo suyo, lo que verdaderamente le apasionaba. Iba a luchar por esa pasión.
Pero Jovana tenía otro desafío más, cómo sostenerse económicamente. Minera Buenaventura la apoyó cuando estaba lesionada y cuando estaba embarazada. Nike también la apoyó y aun la auspicia. Mientras que en 2019 y 2020 la Federación Peruana de Atletismo no la apoyaba económicamente, las personas del sector privado y las marcas sí confiaban en ella.
El circuito creado en la Costa Verde era la oportunidad de alcanzar el cupo a Tokio 2021 para varios deportistas y Jovana se había propuesto aprovecharlo. Esa mañana el clima era perfecto para que los deportistas de élite corran la maratón. Jovana llegaba a este certamen sin haber corrido una maratón desde hace dos años, pero había entrenado muy duro con su entrenador Rodolfo y su equipo. Su familia y amigos también fueron claves para llegar tranquila y motivada.
La maratón puede ser una de las pruebas más difíciles del atletismo, no solo por su gran distancia (42 kilómetros y 195 metros), sino porque exige un gran esfuerzo físico y una gran concentración. Jovana menciona que hay que tener cuidado en cada detalle, el entrenamiento previo, los detalles técnicos de la ruta, el clima, la alimentación, la hidratación, la concentración y otros. Al iniciar su carrera, todos los detalles se habían alineado para hacer de esta maratón su momento, su tiempo. Con un reloj prestado, Jovana logró un tiempo de dos horas, 27 minutos y 59 segundos y se ubicó en el primer lugar femenino de la primera edición del Campeonato Nacional de Maratón “El Bicentenario del Perú” y en la representante número 21 de Perú rumbo a los Juegos Olímpicos.
El sueño de Jovana de la Cruz
Con la cabeza en Tokio, Jovana no deja de pensar en sus sueños. Le gustaría formar un centro de alto rendimiento y apoyar a los jóvenes para dar el salto a la elite. “Hay tanto talento, pero a veces no se les encamina bien”, menciona. Quiere ganar una medalla olímpica y fuerza para ayudar a las personas a cumplir sus sueños.
Si quieres conocer más a Jovana de la Cruz, puedes ver la entrevista que le hicimos en Runático: