La humanidad está enfrentando uno de los retos más duros que nuestra era conoce. El Coronavirus ha venido a cambiar el mundo, como lo conocíamos y ha establecido unas nuevas reglas del juego.

En muchos países se ha decretado cuarentena o aislamiento obligatorio (es decir, la prohibición de salir de casa) afectando, no solo nuestras labores diarias, sino también nuestra vida deportiva.

Desde competencias canceladas hasta la imposibilidad de continuar entrenando, podrían generar un sin fin de emociones, pensamientos y sentimientos negativos. Conversamos con Sharyll Klatic, psicóloga clínica y corporativa, para que nos de algunas recomendaciones sobre cómo afrontar el aislamiento social.

¿Cuáles son las principales consecuencias psicológicas que podría afrontar un deportista durante un aislamiento?

Los deportistas son personas activas, competitivas, que están acostumbradas a mantenerse en constante movimiento ejerciendo sus rutinas, en contacto con la naturaleza y con otras personas, dependiendo del tipo de deporte que practiquen.  Por tanto, el aislamiento es una condición que afecta significativamente el estado emocional y físico de los deportistas. Por tanto, las consecuencias psicológicas producto del aislamiento social son altos niveles de ansiedad, pánico, frustración, soledad y depresión.

En general, los deportistas profesionales están sometidos a grandes niveles de estrés porque las expectativas que se tiene de ellos superan, con frecuencia, sus capacidades psicológicas. Ellos mismos se plantean metas que, si no las cumplen, provocan un estado de depresión que pocas veces expresan para no mostrar debilidad.

Ahora imagínense que están aislados, sin poder entrenar adecuadamente, pensando en cuál va a ser su performance después del aislamiento porque cada minuto cuenta considerablemente en su desempeño, y además tienen la sensación constante de tener que rendir al máximo.  Es obvio que lo que van a sentir es mucha ansiedad, pánico, frustración, soledad y depresión.

Es importante hacer una diferenciación entre ataque de ansiedad y ataque de pánico.

Un ataque de ansiedad es una sensación constante con síntomas parecidos a los de un infarto.

  • Náuseas, molestias estomacales.
  • Sensación de opresión en el pecho.
  • Entumecimiento y hormigueo de extremidades

Por otro lado, un ataque de pánico se manifiesta cuando el sistema nervioso se siente amenazado y en peligro, sensación de minutos u horas. Una crisis de este tipo te hará sentir al borde de colapsar, te quitará el aliento y acelerará tus palpitaciones.

  • Miedo a morir.
  • Sensación de asfixia.
  • Escalofríos. Sudoración.
  • Desmayos y mareos.
  • Dificultad para respirar.
  • Dolor o molestias en el tórax.
  • Náuseas y malestares estomacales.
  • Sensación de que algo malo sucederá.
  • Sentimiento de separación y de irrealidad.

¿Qué acciones recomiendas para gestionar el encierro?

  • Tener una rutina diaria de ejercicio es una de las tareas de mayor importancia. Tal vez la mayoría de deportistas no van a poder realizar su entrenamiento como por ejemplo los corredores, los nadadores, etc., pero sí pueden ejercitar sus músculos y hacer una rutina de mantenimiento.
  • Otra cosa importante es que no pierdan el contacto con sus entrenadores y con su equipo, pueden conectarse de modo virtual para conversar sobre temas técnicos y personales, incluyendo expresiones positivas, comunicando planes, proyectos, logros, etc.
  • También pueden ir armando una rutina de entrenamiento de recuperación poniéndose metas para cuando pase el período de aislamiento.
  • Seguir manteniendo el contacto y la cercanía con la familia, los amigos, los colegas, a través de las redes sociales. Entender que no son los únicos que se sienten aislados, que todos nos sentimos así y que estamos juntos en esta lucha.
  • La esperanza es la que nos mantiene vivos a todos, y para ello hay que tener una visión, sonar y hacer planes a futuro, qué es lo primero que vamos a hacer cuando termine el aislamiento.

Con el paso de los días pueden aparecer emociones negativas ¿qué hacer para lidiar con ellas?

Una acción importante es la meditación, y con ella los ejercicios de respiración, pues permiten:

  • Al cerebro mejorar su capacidad regeneradora de serotonina, que es la que ayuda a regular nuestro estado de ánimo.
  • Mejorar la circulación en los órganos internos: corazón, estómago, riñón, pulmones y cerebro.
  • Incrementa nuestra concentración y memoria.
  • Favorece la relajación eliminando la tensión muscular.
  • Permite quemar mejor las grasas de nuestro organismo.
  • Mejora la digestión, el insomnio y nuestro estado de humor.
  • Y sobre todo mejora nuestra fuerza de voluntad y resistencia ante cualquier situación de estrés psicológico.

La imaginería para rememorar o traer visiones de espacios naturales que son gratos.

Recurrir a consulta online en caso de ansiedad excesiva y / o pánico.

¿Cómo organizar el día a día? 

Mantenerse en rutinas alivia la tensión del confinamiento a un espacio.

  1. Limpiar y ordenar tu casa para que vivas en un ambiente agradable y libre de contaminación.
  2. Mantener una rutina de ejercicios.
  3. Preparar los alimentos y compartirlos con tu familia, aprovechando el momento para desarrollar espacios de cercanía y comunicación.
  4. Hacer videollamadas con amigos y familiares.
  5. Realizar actividades laborales en caso se requiera.
  6. Realizar actividades de ocio y entretenimiento en familia: juegos de mesa, Empieza un pasatiempo que siempre has querido explorar, o un proyecto para el que nunca tuviste tiempo, armar rompecabezas, escuchar música, etc.

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