El running, como la vida, nos va retando de a poco. Un día empiezas con tu primer kilómetro y otro, planificas una maratón. Marcelo Peirano decidió ir más allá: lo convirtió en su estilo de vida.
Corre desde hace 21 años, y un día se propuso convertirse en el primer peruano en completar 100 maratones oficiales. Va de viento en popa, pues el domingo 3 de noviembre completó su maratón 71 (en Nueva York) y se prepara para la 72, en Jamaica.
Debemos confesar que aunque es muy difícil resumir en 3 minutos cada sabio consejo o experiencia, tratamos de extraer la esencia de este inspirador personaje del running.
Su vida
Este reto lo combina con sus profesiones: artista plástico – pintor y director de arte. Ha participado en películas como F-27 y La era olvidada.
Aunque se confiesa un corredor de pista, ha hecho quince ultramaratones (más de 42k) de Trail.
Sobre la Maratón
“La maratón te permite entrar en una especie de trance, conectar con tus emociones, tus pensamientos. Además, es una distancia perfecta para que se acabe tu combustible natural y tengas que aprender más sobre ti, sobre cómo funciona tu cuerpo, tu mente”
Asegura que el tiempo que lleva corriendo le ha ayudado a conocerse, identificar cómo funciona su cuerpo y afrontar el agotamiento extremo que se produce entre el km 30-34 (conocido como el muro).
“A la maratón hay que llegar entrenado, sin duda. pero también hay que llegar enfocado, mentalmente preparado para hacer una buena carrera”
Recuerda la maratón de Barcelona en 2006, donde todo se alineó para que hiciera un “carrerón”. Aunque también recuerda con mucho cariño aquellas carreras en las que ha sufrido mucho, donde los pensamientos le ganan, y aun así atraviesa la línea de meta.
Su entrenamiento
Está dividido en dos fases. Una vez que termina una maratón dedica un tiempo a la recuperación. En la segunda fase, entrena un poco más fuerte. Marcelo nos contó, sobre sus tipos de pasos: uno lento de recuperación, en el que puedes conversar, el Paso Hamburguesa. El segundo es más rápido, exigente y fuerte, el Paso del Orgullo.
